Se aproxima el cumpleaños número 55 de la televisión argentina y muchas cosas pasaron desde entonces. Programas que marcaron una época y se grabaron en la memoria de miles de personas, como “La cocina de Petrona C. de Gandulfo”, “Los cinco grandes del buen humos” y “telefamilia”. Otros se instalaron y fueron seguidos fielmente por muchas generaciones como “Fútbol de primera” o “Polémica en el bar”. Actualmente las propuestas se diversificaron y cada integrante de la casa tiene su envío de culto, pero la TV avanza y se enriquece con la evolución tecnológica con el objetivo de cautivar a una sociedad cada vez más híbrida.
Su gr
an debut internacional fue en una feria de Nueva York allá por el año 1939. Nadie sabía exactamente cuál sería el destino de aquella ‘caja’ tan extraña. Sin embargo, casi 60 años después la televisión se ha convertido en uno de los medios de comunicación por excelencia.La radio y los periódicos fueron en gran parte desplazados por la televisión. En sus comienzos, la programación no ofrecía mucha variedad y en general, los gobiernos de cada país controlaban los contenidos. Si bien es cierto que previo a la segunda guerra mundial la TV ya había hecho sus primeros pasos, no fue sino hasta su finalización que ganó verdadero protagonismo.
Los años 50 dieron paso a un gran salto de la TV mundial y marcaron una etapa caracterizada por contenidos informativos con limitada aparición de series importadas, especialmente en países hispanoparlantes. Así, los noticieros, flashes de noticias y comentarios de actualidad ocupaban el horario ‘abierto’ de la tele. La programación duraba apenas 6 horas y las propuestas no superaban las 2 o 3 emisoras que tenían un importante dominio del gobierno. En la Argentina, los cruentos episodios del 55’ correspondientes al golpe que derribó la presidencia de Juan Domingo Perón fueron transmitidos en vivo para cientos de personas.
Las opciones eran limitadas. Si a un espectador no le gustaba determinado canal debía pagar el aparato o continuar observando algo que no compartía. Pero los años 80 marcaron un quiebre fundamental. Mientras en Latinoamérica se extinguían los regímenes dictatoriales, el color irrumpía en pantalla. Una vez más vale citar nuestro ejemplo: el 1º de mayo de 1980 se inaugura la televisión a colores. Además, el surgimiento de las videocaseteras permitió que el televidente tuviese cierta autonomía. Ahora podía liberarse de los horarios, armar su propia programación y reproducir en cualquier momento, incluso salteando las partes menos interesantes.
Por otro lado, la cadena Music televisión, popularmente conocida como MTV irrumpió en 1981 de la mano de Warner-Amex Satellite Entertainment, y ya nada fue igual. El video clip se instaló en todo sentido: por un lado, imágenes continuas y veloces que se fundían en un solo lugar y contaban una historia en minutos. Por otra parte, las diferentes culturas del mundo se transmitían gracias a la música.
Lentamente el públicos fue fragmentando cada vez más. Los viejos periódicos que antes se dirigían a una masa homogénea y definida parecían perder su vigencia. Ahora, los medios de comunicación debían satisfacer a una población cada vez más numerosa y heterogénea. Las programaciones fueron incrementando su variedad de opciones. Ahora las emisoras ofrecían mucho mas que mera información. El entretenimiento se había impuesto y la idea de una "televisión educativa" quedaba atrás.
Los años 90 trajeron más novedades a este medio de comunicación. Por primera vez se implementaron otros recursos técnicos para que el espectador pudiera interactuar con la TV y así romper con el esquema de comunicación lineal. Además, el proceso de segmentación de la audiencia se aceleró con la difusión del cable (nacido una década anterior) y su oferta de 60 canales simultáneos. Ahora cada individuo tendría un canal hecho a su medida, con temáticas específicas: desde cine 24 horas hasta envíos dedicados a historia, educación, cocina, ecología, etc.
Mientras tanto, un proceso paralelo se estaba gestando: el oligopolio de los medios. En argentina por ejemplo, grandes grupos inversores y de empresarios compraron sistemáticamente diferentes medios de comunicación dando origen a los multmedios. El grupo Clarín o el Prisa español son claros ejemplos de ello. También aparecen las primeras productoras independientes que enriquecerán la pantalla con la más amplia gama de formatos para la pantalla chica.
Sin duda, la televisión ha crecido y resulta extraño pensar un mundo sin ella. Hoy en día está en el ojo de la tormenta. Muchos hablan sobre su influencia nociva en los niños, otros se quejan por la baja calidad de sus contenidos. Todos la seguimos. ¿Cuál será su futuro?
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