Un lugar en el mundo

“Mirá distinto” es una consigna que invita y a la vez promete. Seductora, cautivante, misteriosa y atractiva: así se presenta la 5ª edición de “Código País”, el mega festival de tendencias creativas posicionado como uno de los más importantes de la Argentina.
Múltiples estilos y disciplinas se dan cita en un solo lugar. Tecnología, arte, teatro, diseño, música y gastronomía son sólo algunas de las opciones que hacen su aporte para que la propuesta cierre de manera perfecta.
En la intersección de las calles porteñas Báez y Dorrego se encuentra el escenario en el que se despliega esta explosión de originalidad creativa.
Al ingresar por la puerta principal, los visitantes pueden sentir cómo el arte invade sus cinco sentidos. La contradicción entre colores neutros y estridentes, el aroma a esencias que perfuman el ambiente, el surtido de texturas y los sabores exóticos dan la bienvenida de una manera única. Decenas de personas recorren cada una de las secciones y se entregan a la experiencia de participar en las actividades programadas por los organizadores. Sin embargo, las personas reunidas no producen el clásico bullicio de las muchedumbres entusiastas. Todo lo contrario, la música funcional que oscila entre el ritmo ‘tecno’ y el jazz, contribuye en la confección de un clima relajado y distendido.
“Código País” sorprende por la amplitud de su oferta. No hay un target definido al que apunte, personas de todas las edades pueden visitar el espacio y sentirse a gusto. Los adolescentes y jóvenes copan el patio central que fue decorado como un gran living con sillones estilo ‘fiaca’ y se deleitan con el show de las bandas que tocan en vivo. Los adultos asisten a las funciones de cine y teatro o incursionan en los quehaceres del laboratorio de tecnología. Los más osados pueden aceptar el desafío y participar del espacio erótico. Los amantes del shopping recorren los stands y logran poner sus cuentas bancarias en rojo. En resumen: nadie queda excluido en este festival que se extenderá hasta el domingo 18 de noviembre.
Resulta interesante el modo en que desaparecen los prejuicios respecto de este espacio poblado de diseño ‘independiente’. Aquellos escépticos que llegan con la idea de que asistirán a una muestra de productos indescifrables, abandonan “Código País” con las manos llenas de bolsas y la seguridad de que el próximo año volverán por más.
A veces las palabras resultan insuficientes para dar cuenta de las sensaciones que surgen en una persona cuando recorre lugares como éste. El sentimiento de pertenencia que despierta “Código País” es verdaderamente increíble. Sin ánimos de exagerar, es un espacio de interacción con la vida. Un sitio que permite que cada quién despliegue todo su potencial, o dicho de otra manera: que logre hallar su lugar en el mundo.